A través de pequeñas inyecciones con dosis mínimas de sustancias, que suelen ser anestésicos locales, conseguimos activar determinados mecanismos autorreguladores del organismo. La reacción no sólo consigue efectos terapéuticos asombrosos sino que también ayuda al diagnóstico diferencial.

La terapia neural puede aplicarse de tres formas:
Terapia Local: infiltrando directamente en las estructuras dolorosas.
Terapia Segmentaria: basada en el hecho de que piel, aparato locomotor y órgano interno están conectados entre sí por el sistema simpático. Infiltrando en la zona de la piel de proyección de los síntomas por un lado regulamos los órganos internos y por otro lado podemos mejorar y eliminar dolores a nivel del aparato locomotor y mejorar trastornos circulatorios .
Terapia del Campo Interferente: Un Campo Interferente es un estado irritativo crónico en un determinado lugar del cuerpo. Los impulsos procedentes de este campo van a sobrecargar e inestabilizar los circuitos reguladores del simpático y provocar efectos clínicos en cualquier parte del organismo. Infiltrando directamente en el campo interferente podemos hacer desaparecer dolores o trastornos funcionales a distancia . Casi todas las enfermedades crónicas pueden ser condicionadas por un campo interferente.

A través de la Terapia Neural podemos complementar la medicina convencional de forma oportuna en determinadas enfermedades